Hace ya algún tiempo, en el año 2 antes de Youtube, el gerente de una famosa marca de juguetes nos dio el siguiente Briefing, por llamarlo de alguna forma, para su nueva campaña de televisión:

– “Quiero un anuncio que tenga una frase que enganche… como la de Alucina vecina”.

Para quien no lo recuerde aquel fue un anuncio de juguetes que causó furor entre la chavalería, convirtiendo esa frase en un auténtico viral antes de que existieran los virales.

Empezamos a trabajar en ello pensando que no podía ser tan difícil… ¿El resultado? No hemos presentado más frasecitas estúpidas en toda nuestra vida profesional. Ninguna le gustó. Le parecían todas una chorrada. Él quería el “alucina vecina” con su logo y como no podía ser hicimos otra cosa, claro.

Traslada esta situación a hoy en día y tendrás lo que pasa con los virales para internet. El 100% de la profesión ha recibido el encargo de hacer un viral. Y entonces es cuando piensas en cómo diablos vas a hacer que millones de personas vean y compartan el vídeo en cuestión.

Seamos sinceros, es muy difícil controlar los resortes que convierten una pieza en viral. Aunque pongas bebés entrañables, gatitos, trompazos graciosos, chistes fáciles… internet no te garantiza nada.

Y de repente logramos un viral con más de 5 millones de visionados.

El viral de más éxito que hemos creado… no tenía que ser un viral.

El briefing hablaba de acercar la ópera a la gente “de a pie” quitándole los clichés de elitista, aburrida y cara. Corría el año 2009 y muchos de nosotros estábamos en la agencia agr!, donde se desarrolló el proyecto.

No había recursos y no teníamos en mente crear un viral. Simplemente pensamos que lo mejor para quitarle esas etiquetas a la ópera era haciendo que la gente de la calle viviera por primera vez la emoción de la ópera en directo.

Telediarios, prensa, medios online… todos se hicieron eco al día siguiente de la campaña y el contador del vídeo colgado en youtube no paraba de subir. Los primeros sorprendidos fuimos nosotros.

¿Qué habíamos hecho bien?

A posteriori es más fácil analizar las cosas. Desde nuestro punto de vista el vídeo triunfó porque:

  • Parecía real. No hubo una gran producción, las cámaras eran caseras y los operadores de cámara éramos nosotros mismos. Parecía que alguien que podías ser tú había capturado el momento.
  • No había marca. El cliente no firmaba la pieza. Terminábamos con un simple ¿Ves como te gusta la ópera? La gente no detectaba ningún interés comercial.
  • Emocionaba, sorprendía y pasaba en tu entorno. Ya había Flash Mobs parecidos en la época. Pero todos sucedían en países lejanos. Esto pasaba en el mercado de tu ciudad. Lo sentías como propio.
  • El mensaje era cierto. Había una verdad en lo que decíamos.
  • No buscábamos la viralidad. Ésta vino por sí sola. No forzamos nada. Había naturalidad.

La campaña contó con su microsite, sus piezas impresas y su campaña online, como se puede ver en el porfolio de Rafa Borrás Director de Arte de este trabajo, pero los resultados superaron cualquier expectativa.

Fuimos vídeo del mes en Youtube, se trata de la versión de la LaTraviata más reproducida incluso superando a Pavarotti. Pronto aparecieron vídeos similares, hasta con el mismo mensaje final, en muchas partes del mundo y todavía hoy, 6 años después, la acción sigue emocionando a gente que deja sus comentarios en esa plataforma.

Como creativos fue muy gratificante conseguir dar con la tecla una vez y es una motivación lograrlo más veces, al menos nosotros ya tenemos camino recorrido.

 

Gran Parte del equipo que participó entre los que están: Amparo Urieta, Carlos B. Muñoz, Eva Díes, los componentes de coro del Palau de les Arts, Rafa Borrás, Melania Rodríguez, Mati Sánchez y, aunque no están en la foto, Ana Ortega y la Quadra